08 diciembre 2007

mirando al techo

MIRANDO AL TECHO

Mirando al techo, yo a tu lado, tu a mi lado
Compartiendo el colchón y mil palabras
Me vuelvo y miro
Tu perfil de guerrero.
La guitarra bosteza y cabecea ante la silla
Desnuda como nosotros.
Nosotros mirando al techo.
Hay una grieta pequeña.
La conozco de memoria.
Enciendes un cigarrillo, el humo flota
Y se vuelve mágico
Cuando toca el sol a rayas
De este atardecer calmo
Que pasa sobre nuestros cuerpos
Mirando al techo

16 septiembre 2007

En la rosa de los vientos

En el centro de la rosa de los vientos
sentada sobre una maleta
llena de sueños vacíos
de palabras vanas
Dispuesta a partir.
Huellas se dirigen
a cada uno de los puntos cardinales
ningunas son las mías
Miro al sol
un sol suspendido
en un eterno crepúsculo
La oscuridad nunca llega.
La luz nunca se va

19 agosto 2007

Quién (en construccioón)

Quién saciará el hambre a mis caderas
si sólo para ti se abre mi lecho
se abre mi lecho
se abre mi pecho
Se abre mi pecho y sale un pájaro muerto
un ave blanca con el cuello roto.
Quién soñará su vuelo
quién soñará su cieo.
Soñará su cielo atardeceres malvas
ponientes de verano, chispas de luz difusa.
Quién alcanzará una estrella
quién alcanzará una huella.
Alcanzrá una huella tu camino, ese que tomas
sin volver siquiera la mirada
y esa huella no será la mía.
Yo tampoco te miro.

30 mayo 2007

tu boca

Tu boca
Ya no puedo dejar
De mirarte la boca.
Mientras hablas la miro
Y tus palabras escapan como aves
Sin llegar jamás a mi oído
Tus labios se mueven,
Dibujan vocales, besan consonantes
Y mis ojos miran esa danza
Hipnótico baile, pelea incruenta
En la que interviene para separarlos
Esa lengua rosada que soñé tantas veces.
Cuando fumas la observo
Y envidio a ese humo azulado
Que se queda sin prisa contigo
Cálido y de aroma fuerte
Ese humo gris que te recorre
Y a ese cilindro blanco
En el que posas caricias sin fin
Los envidio como a tu aliento,
Como a la luz que te los toca...
Cuando bebes del vaso te espío:
Maldito sea el líquido dorado
Que ocupa el lugar que tanto anhelo
Y maldito sea el vidrio incoloro
Que recibe esa doble caricia que es mía.
Imagino ese viaje a tu cuerpo
Esa estancia en tu boca
En la cavidad amorosa y cálida
Que no me pertenece aún.
Cuando lees o estudias descubro
Unos labios que cierras con fuerza
Que esconden en parte su seda
Pero que dejan asomar su esencia
Y bajo ese ceño concentrado
En esa línea que forman tus labios
Quiero poner los míos impacientes
Y beber de ese ansia que generan