08 noviembre 2006

destrucción



Asesinaré mis sueños uno a uno,
Comenzando por los más hermosos.
Deseo que todos mueran,
Que se vayan de mi alma,
Que me dejen morir a mí también.
Con amorosa frialdad,
Con brutalidad sistemática,
Clavaré el cuchillo de la realidad en sus tiernas entrañas.
Nunca tendré una estrella
En el extremo de una vara de avellano,
Nunca seré un hada, nunca podré volar,
Jamás llegaré a ser mariposa,
Las cosas son tan feas como se ven desde aquí.
El pasado es inmutable,
El presente nos devora.
Los violines se convierten en gatos nocturnos,
La música en chirrido de engranajes viejos,
La risa cristalina en sollozo incontenible.
Cuando mis manos estén llenas de sangre,
De la sangre de mis hermosos sueños,
Ya podré caminar sin prisa, solo esperando la nada.

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