12 noviembre 2006

pintemos el arcoiris

Pintemos el arco-iris

Dame tu mano.
Te llevaré a recorrer el mundo, amigo mío,
Para que pintes conmigo un arco-iris.
El viaje será largo y el camino, cansado,
Pero valdrá la pena, porque en tus ojos tristes
Pondrán chispas de luz amaneceres bellos,
Luciérnagas chiquitas, lejanos soles…


Busca conmigo el rojo fuego
Nuestros pies van alados, el aire se enrarece.
Tomemos del volcán el color más encendido,
La llama roja de las flores de incendio
El infierno terrestre, el más temido.
La lava espesa, fuerte, plástica y hambrienta.
Y tomemos del rojo también, pequeño mío,
El más delicado de los tonos,
El rubor de las mejillas. Mezclaremos
Y tendremos en la paleta el más hermoso
El más puro, el más perfecto… Un rojo cálido,
Inocente, violento, amante.


Anaranjado de frutas, jugos, resinas.
El oriente te aguarda, mi mano espera
Que la tuya se pose en ella. ¡Corre! Hay naranjas
Nísperos y mandarinas, pomelos, mangos…
Los mercados de Arabia serán la meta…
Especias de olor intenso, que hacen soñar caricias,
Noches sin fin, cuentos misteriosos, labios de hurí…
Placer en el anaranjado voluptuoso, deseo, pereza,
Color de adolescencia, de alegría,
Que torna los pinceles puro juego.



Mira el amanecer que llega ahora.
Nos ofrece el dorado más brillante,
El más nuevo, el más preciado. Olvida la noche.
El nuevo día calienta mis fríos huesos, y pondrá,
En tu piel tostada, reflejos de joya. El amarillo.
Arenas de desierto, de playa, de verano remoto.
Calor, displicencia, animalillo frágil.
Amarillo de sed, de sudor y de descanso.
Oro, arena , sol….El viaje se endurece…
Tu juventud me ayuda, anima mis pasos
Tu risa es dorada. Pintaremos el tercer surco
De este amarillo explosivo.


Necesito frescura. Llévame al verde.
Busca por todo el mundo los prados más espesos.
Déjame descansar sólo un minuto.
Mis ojos son del verde, le pertenecen,
Necesitan su savia. Ayúdame a levantarme y vayamos.
Hay bosques, selvas, pastos, montañas, riberas, valles
Necesito las hojas, los tallos, la savia…
Y también las aguas de arroyuelos, de lagunas,
De cascadas aun sin dueño. El verde se escabulle. Es líquido, fugaz,
Inquieto y nuevo.
Amasa un verde intenso en mi mirada,
Necesito pintar frescor y vida.



Tomaremos el azul de la mañana,
Del alba del verano y la pureza.
Que este tono te inunde y en tu pecho
Anide su inocencia y su ternura.
Las aves traerán sobre sus alas la suavidad azulada,
El azul es leve, ligero, aéreo…
Pero también es cruel, frío y duro.
Celeste y pétreo, en montañas polares,
Masas de hielo flotante, azules de puro blanco,
Iceberg, llanura helada.
Crueldad y ternura, amor y frío,
Transparencia de luz en cielo frágil.



El añil es profundo, intenso, grave.
De mar bravío y de islas femeninas,
Las Antillas, las Marianas, las Canarias…
Cunas de medusas, de peces raros, nidales de coral,
Fosas marinas, profundidades abisales.
Silenciosas mareas, abrazos líquidos,
Azul de metal, acero, plata….
Miradas de crueldad, de frialdad del alma,
Espada, puñal, pestañas.
Hondos sentimientos de mirada herida,
La pintura es dolor, añil el llanto.




Siéntate a mi lado, mira la luna.
El violeta te envuelve, es noche clara,
Veraniega. Las estrellas saludan con guiños.
Es color de duelo, de flores diminutas de olor fragante,
De muerte del invierno, de estío cierto,
El violeta define tu alma infantil,
Serena, profunda y frágil.
Añade el último color a nuestros tonos,
Pon un toque de tu alma en cada uno
Y miremos de nuevo hacia lo alto


Tienes siete colores en tus manos,
Recorrimos con gozo el mundo entero,
Buscamos y hallamos las esencias,
Lo etéreo, lo dulce, lo infinito…
Toma los pinceles uno a uno.
En la celeste bóveda traza el arco,
Que va desde tu casa hasta la mía.
El arco será un puente, será un abrazo,
La cuna donde duermas, y un camino
Que lleva a los tesoros mas preciados de la tierra,
A dos corazones que viajaron juntos.

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